Como cambiar tu sensibilidad a la insulina?

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A menudo nos preguntamos por qué existen personas que están en buena forma, con un bajo porcentaje de grasa, que comen pizza, helado, pan y pasta y no engordan.  Mientras que otras personas con solo acercarse a un plato de galletas ganan una talla de pantalón. ¡La vida no es justa! La resistencia a la insulina es la diferencia que existe entre comer lo que quieras y estar delgado, y engordar solo con solo comer un bocado.  Las personas no responden igual a la dieta debido a la sensibilidad a la insulina. 

 

Cómo funciona la insulina?

Te has comido un pedazo de bizcocho de caramelo y tu sangre está hasta arriba de glucosa. La sangre dulce es tóxica, y el páncreas reacciona produciendo insulina, una hormona que se encarga de retirar la glucosa de la sangre llevándola a las células musculares y al hígado y almacenarla como glucógeno. Pero cuando esos depósitos están llenos (porque no haces deporte), el hígado convierte esa glucosa en triglicéridos que irán a parar a las células de grasa de tu barriga y caderas.

 

Cuando alguien tiene resistencia a la insulina, o lo que es lo igual, una baja sensibilidad a la insulina, las células hacen oídos sordos y el hígado no reacciona. El resultado es catastrófico. El azúcar en la sangre sigue subiendo, y el páncreas, desesperado, sigue produciendo aún más insulina. Con el tiempo, cada vez hace falta más cantidad para que las células reaccionen, hasta que el sistema se rompe y el páncreas deja de producir suficiente insulina para bajar los niveles de azúcar. Eso es la diabetes.

 

¿Cómo saber si eres resistente a la insulina?

Tu médico puede hacer varios análisis de sangre espaciados en el tiempo para comprobar cómo tu cuerpo reacciona a la comida. Es un procedimiento largo y molesto. Pero hay señales de alarma. Si notas algunos de estos síntomas, puede que tengas resistencia a la insulina:

 

  • Te duermes después de comer comidas altas en carbohidratos, y vuelves a tener hambre una hora después
  • Te sientes a menudo mareado y te cuesta concentrarte
  • Tienes un alto porcentaje de grasa, tienes barriga cervecera si eres hombre
  • Te cuesta perder peso
  • En tus análisis tienes la glucosa y los triglicéridos altos
  • Tienes la presión arterial alta

¿De qué depende la sensibilidad a la insulina?

No se conocen todas las causas, pero los siguientes factores influyen con casi total seguridad

  • La herencia: la sensibilidad a la insulina puede ser genética, e incluso pasar de una madre resistente a su feto.
  • La obesidad: especialmente la abdominal. La barriga es a la vez una causa y un agravante de la resistencia a la insulina
  • El sedentarismo: la falta de ejercicio te vuelve resistente a la insulina
  • La dieta: el azúcar y en general la comida de alto índice glucémico (como almidón refinado), el exceso de aceites de semillas, y las grasas trans aumentan la resistencia a la insulina
  • La falta de sueño: no dormir aumenta la resistencia a la insulina
  • El estrés: los altos niveles de cortisol crónicos provocan resistencia a la insulina

Si te das cuenta, todo está relacionado:

Cuando te vuelves resistente, tus niveles de insulina son muy elevados
La insulina alta bloquea la oxidación de las grasas, con lo que no adelgazas y te crecen los michelines
Como no puedes quemar grasa, no tienes suficiente energía, ni ganas de hacer deporte
Como estás bajo de energía, tienes antojos de las cosas que proporcionan energía rápida: azúcares
Con más azúcar y menos actividad tus células se vuelven más resistentes aún, aumentando además la inflamación y el estrés
Si estás estresado, comes emocionalmente y el cortisol bloquea aún más la quema de grasa
Es un círculo infernal que te vuelve más gordo y más enfermo.

 

 

¿Puedes cambiar tu sensibilidad a la insulina?

La buena noticia es que sí: la sensibilidad a la insulina aumenta con los comportamientos contrarios a los que hemos descrito antes. Así puedes darle la vuelta a tu vida:

  • Cambia tu dieta ya, y para siempre: elimina de tu dieta el azúcar y los almidones refinados, y aumenta la concentración de nutrientes de tu comida. Tanto los azúcares como el almidón y la falta de magnesioincrementan la resistencia a la insulina.
  • Pierde centímetros de cintura, no kilos: el efecto es automático, al perder grasa corporal mediante la dieta y el deporte, disminuye la resistencia a la insulina
  • Levántate de la silla: un programa de ejercicio aeróbico de 30 minutos cuatro veces por semana mejora la sensibilidad a la insulina, inclusoaunque no cambie la grasa corporal
  • Lleva tu cuerpo al límite: los ejercicios de pesas mejoran la sensibilidad a la insulina, más cuanto más intensos sean. Las pesas funcionan incluso aunque no se pierda peso total.

Nunca es tarde: las mejoras en la sensibilidad a la insulina a través del deporte se producen independientemente de la edad, No hay milagros, solo ciencia. Empieza hoy mismo.

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