Cómo afecta el consumo de alcohol el entrenamiento deportivo.

Efectos del Alcohol Efectos del Alcohol

Todo atleta, somete su cuerpo a una actividad física por encima de la media, asímismo, el consumo de alcohol puede traer complicaciones por encima de la media para él.  El alcohol disminuye el rendimiento, reduce la fuerza y la potencia, y altera los movimientos normales requeridos para el adecuado desempeño físico. Asimismo, influye negativamente sobre la composición corporal de los deportistas al reducir masa muscular y aumentar la grasa corporal. Queremos discutir entonces cómo afecta el consumo de alcohol el entrenamiento deportivo.

 

El consumo de alcohol después de la competición o entrenamiento es en ocasiones un acto social, pero el consumo excesivo, sobre todo en el deportista joven, además de mostrar una imagen lejana al espíritu del deporte, es negativo para el desarrollo del mismo deportista.  El alcohol, se puede considerar un nutriente pobre porque sólo ofrece un elevado nivel calórico sin elementos nutritivos y este aspecto debe tenerse en cuenta para aquellos deportistas que mantienen una dieta, vigilan su peso o quieren reducir la grasa corporal en función del deporte.

 

Tomar alcohol causa deshidratación: esta afirmación es cierta dependiendo de la concentración de la bebida alcohólica que se consuma. Bebidas concentradas consumidas en vasos pequeños, o la cerveza de alta graduación alcohólica o el vino producirán en una pérdida neta de líquidos. Al consumirlo, la persona aumenta la producción de orina en 10 ml por cada gramo de alcohol ingerido.

 

El exceso del consumo de alcohol interfiere en el almacenamiento de glucógeno muscular; ya que, limita una adecuada reposición de las reservas energéticas del músculo. Puede afectar la estructura muscular del atleta, ya que disminuye la capacidad de concentración de los músculos, facilitando la ocurrencia de lesiones durante la intensa actividad física a la que éste se somete.

 

El deportista que consume alcohol en exceso luego del ejercicio no presta atención en la realización de estrategias para abastecerse de energía y nutrientes, para la reposición de fluidos y la reparación muscular. Además el alcohol disminuye el apetito y por lo general los deportistas no consumen alimentos y bebidas que permiten una apropiada recuperación muscular.  El alcohol produce efectos de desinhibición  con un mayor riesgo de estar involucrado en situaciones de violencia, ocasionando lesiones graves y/o publicidad adversa.

 

Podemos decir entonces que  no existe ningún beneficio para el deportista en la ingesta de alcohol en los períodos de recuperación posteriores al entrenamiento o competición y se observan efectos indeseables a corto y a largo plazo. En todo caso, se recomienda siempre la ingesta moderada y/o abstención durante los períodos anteriores y posteriores al ejercicio.

 

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