El sillin y el triatlon, como elegir el ideal.

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La diferencia es el todo o el nada, poder dar el 100% de tus prestaciones o pasarte desde el primer kilómetro retorciéndote encima de la bici. Una mala elección de sillín empieza por una ligera molestia que se acaba convirtiendo en el dolor más insoportable que uno puede experimentar encima de una bici. Tu sillín debe ser tu mejor aliado, no el enemigo que cada día te dé la mayor paliza de tu vida.

¿De dónde viene el dolor?

La zona de apoyo con el sillín es de forma variable en función del tipo de ángulo que describa nuestra cadera y tu ubicación sobre la bici. Los triatletas que van muy plegados, más aerodinámicos, tienden a apoyar con los tejidos más blandos, es decir, el perineo. Este tipo de apoyo con la espalda más horizontal al suelo, es frecuente que genere adormecimiento del pene por falta de riego sanguíneo en el caso de los hombres, o un dolor intenso en los genitales femeninos por la presión concentrada en una zona llena de terminaciones nerviosas.

Luego, los triatletas con una posición más erguida, tiene una disposición más vertical de la cadera, con lo que se propicia un apoyo directo de los isquiones sobre la cubierta del sillín. Esto, si el diseño del sillín o sus dimensiones son inadecuadas a las necesidad del deportista, suele desencadenar un dolor de progresivo aumento por la presión directa sobre los propios huesos, que en ocasiones, puede degenerar en diversidad de lesiones derivadas de una mala postura, forzada para evitar el dolor o por la propia presión que estos incisivos  huesos generan sobre las arista del sillín.

Anchos, largos, duros y blandos

Gracias a la gran labor de investigación e inversión que las mejores marcas de sillines han hecho  históricamente, hoy por hoy podemos disponer de múltiples sillines para todo tipo de morfologías y necesidades de uso. En nuestro caso, los triatletas, hemos sido los últimos en obtener una respuesta específica de diseño a nuestras necesidades posturales encima de la bici, sobre todo los triatletas de larga distancia con una posición tan particular sobre la punta del sillín. Básicamente hay dos grandes escuelas en  diseños de sillines.

Marcas como Fi´zi:k y su desarrollo Spine Concept, valoran la angulación de la espalda y el grado de incisión de los isquiones como referencia para estructurar su gama de sillines según la morfología del deportista, pero eso sí, sin discriminar su capacidad de rendimiento. Esto quiere decir, que los italianos entienden acertadamente que hay deportistas de todos los niveles, desde iniciación hasta profesionales, con todo tipo de ángulos de espalda que necesitan un sillín de altas prestaciones adecuado a sus necesidades particulares de apoyo.

Por ese motivo dividen la gama bajo tres biotipos (Snake el más flexible, Chameleon el intermedio y Bull el más erguido) con una gama completa de opciones en calidades y acolchados para cada plataforma. En realidad se  trata de encontrar un apoyo homogéneo en toda la superficie de contacto con el sillín, para que los huesos no incidan con una presión excesiva y que al tiempo el riego sanguíneo sea el adecuado.

Luego, por tomar otro ejemplo, Specialized y su genial sistema Body Geometry, o la línea inForm de sillines   Bontrager, atienden de manera aislada cada problema, el de presión en los isquiones y el de riego perineal, para conseguir unos resultados sorprendentes entre confort y eficiencia en el pedaleo. Para ello ofrecen diversidad de anchos de sillín, por lo general tres anchos, añadiendo una ventana central de liberación de presión perineal, popularmente conocida como “antiprostática” aunque la próstata realmente no sea realmente el punto de presión afectado, sino la uretra.

Por supuesto hay versiones para todo tipo de usuarios, desde versiones ultraligeras y minimalistas hasta sillines de gran anchura y acolchado muy mullido, todos de una efectividad sensacional.

¿Cuál es el mejor sillín?

El resultado de ambas líneas de diseño son acertados, como todo, sólo si atiende las necesidades particulares de cada usuario. Contrariamente a lo que se dice, el culo nunca se acostumbra a la dureza del sillín, sería como decir que el pie se acostumbra a ir con piedras dentro del zapato. Otra cosa es que te familiarices con la molestia y el dolor acabe siendo el “peaje” voluntario para poder disfrutar con tu bicicleta y eso, no tiene porqué ser así.

Como se suele decir en la calle, cada uno es de su padre y de su madre, los diseños de los sillines atienden a unas necesidades generales y muchas veces esas teorías no resuelven nada, incluso es frecuente que un sillín que anuncia unos benefi cios de comodidad sin igual, te triture el trasero en menos de diez kilómetros. En TRIATLÓN queremos asesorarte a ti particularmente y más que abrumarte con una tormenta de datos y tecnologías, preferimos hacerlo sobre todo a nivel práctico.

Por nuestra experiencia, los sillines de dispersión de presión por un apoyo equilibrado y adaptado a cada postura de usuario, diseños tipo Fi:zik, son los más recomendables en términos generales al no ofrecer puntos de riesgo por presión, ya que es su propia forma la que nos permite encontrar un punto de apoyo perfecto a nuestras necesidades. Es mucho más frecuente de lo que nos creemos, que montemos torcidos en la bici, por dismetrías en la cadera, vicios posturales adquiridos durante años y otros factores que afectan a nuestra biomecánica.

Este tipo de sillines, al no tener fuertes aristas y tener la cubierta específi camente diseñada al apoyo que genera nuestra inclinación de la espalada, podemos ir ligeramente desalineados o inclinados a un lado sin que sintamos molestias. También son más recomendables para los usuarios que tienen tendencia a ir con las piernas más estiradas y para los que se mueven bastante encima de la bici en cada pedalada modificando de continuo su punto de apoyo.

Sin embargo, sólo los sillines tipo Body Geometry consiguen un nivel de confort total cuando das con el ancho y la dureza del acolchado perfecto para ti ¿Por qué? Al final, el hecho de que exista una ventana central, resta superficie de apoyo, y eso implica que la zona de contacto de los isquiones, la única que queda, tiene que ser 100% adecuada.

Luego, al existir un hueco central que alivia de presión al perineo, obliga a que nuestra posición esté perfectamente centrada respecto del eje del sillín, porque si no dejaremos un isquion dentro del canal y otro fuera, el perineo presionado longitudinalmente, produciendo el efecto contrario. Por ese motivo  debes dar con la posición ideal del punto de apoyo por su anchura y la dureza adecuada de la cubierta de  contacto. Este tipo de marcas disponen de medidores del “ancho de la cadera” para saber cuál es tu modelo.

Es un buen punto de partida para encontrar tu sillín ideal, pero la experiencia dice que factores como el peso, morfología específica, posición sobre la bici, etc, afectan también al resultado del sillín, por lo que tomate tu tiempo para probar bien el sillín que vayas a elegir.

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